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El retorno del Beagle


Aún perplejo por el regalo dominical con la compra de mi periódico, catorceavo bolígrafo llevo y por el rescate económico de mi nación. Me siento agradecido a la par por ambas intervenciones. Así que inicio este blog que versa entorno a la involución. Bueno tal vez hable principalmente de mi necesidad de reconocimiento pues soy dado a dar mi opinión ante los acontecimientos, pero nadie me la demanda. Es así, a nadie le importa lo que pienso por lo que recurro a este escrito. Como mola!, te puedes releer y repetir hasta el hastío... Os hablaré de mis armas. Primera y única, poco o nada que perder y todo, absolutamente todo, por ganar.

El retorno del Beagle. Yo leí de pequeño “El viaje del Beagle” y ese diario del viaje de Charles Darwin es mi inspiración para este concurso de relatos en el que me embarco. Me imagino de vuelta tras x años a bordo de mis descubrimientos a cerca de mi existencia. Estoy contento, no alegre, pero sí alerta ante el regreso a casa. Mi dueño, yo mismo, por el momento, disfruta de su esplendor a sus 40 años.

El camino, tan solo importa el tránsito. Por ello es tan celebrado el inicio de este en su juventud. Ahora, mi vida – me refiero a mis niños, empieza mi relato:

No existe la culpa, el pecado original es, “distinto”. No. Hay que saber decir NO, dí no!, aprende a decir No. En eso consiste la realización, dí no!. Reiniciate!, comienza de cero. Cuando las cosa no funcionan, ya sabes.

El arrepentimiento no es una opción. Bórralo.

La libertad es tu deber!, en tu haber, la emoción, tus sentidos. Aprender a ser buena gente. La relatividad en cuanto a estos conceptos es eso, “relativa”. Jamás vuelvas sobre tus pasos.